Un paradigma de lo nuevo renacía a flor de piel.Ya no bastaba con dejarse llevar, ahora había que abrir puertas
de cerrojos con llaves que solo cerraban,
rebotando una bruma, espina del miedo.
Recuerdos de huracán que lo marcan en el alma,
como sustento de alegría hacia la novedad de lo desconocido.
Del norte provenia su vida,
casi tan aferrado como el frio que mataba,
El terror fue la ley, y la planta la ilusion.
Los bolsillos llenos de prosperidad,
y en la maleta la promesa como pacto de regresar algún día,
en otra vida, en otro mundo, en otra dimensión.
Dejó alli su sangre, dejó alli su mar de recuerdos borrosos
Que pronto borraria por su mediana edad.
Así es el destierro, así de cruel y malicioso,
Que nos obliga a decidir entre comer o felicidad.
Mala suerte su palma dio, un destino oscuro.
Suave luz de luna vagabundea la nostalgia,
La libertad es fiebre, violencia es mentir.
Fastidio y buena suerte! vulgaridad social,
la libertad no es fantástica,
Ni mucho menos una tormenta mental
que prestigia la locura,
Es un mar grueso, espeso y oscuro que
hay que saber llevar, proteger y defender.
En el barco un hombre se acerca,
trae consigo palabras de consuelo,
“Ya no estas solo, estamos todos en naufragar”.
Bombas de aquí, bombas de alla,
La guerra es así, así de avara y desterrada
Que hasta te echa de tu lugar, de tu propia tierra.
Por mi.